Fruto de la globalización y de la influencia del cine, cada vez es más común ver damas de honor en la bodas nuestro país. Una tradición importada de Estados Unidos pero adaptada a nuestras costumbres.
En España es tradición que a la novia, en su camino al altar, le acompañe el padrino y los pajes o damitas de honor portando las arras y los anillos. También es tradición, sobre todo en las ceremonias religiosas, la presencia de testigos que los novios seleccionen entre familia y amigos. Estos testigos, aunque no tienen una función especial durante la ceremonia, suelen situarse en las primeras filas y vestirse con las mejores galas (en el caso de los hombres deben llevar el mismo código de etiqueta que el novio) y suelen realizar alguna lectura o intervención durante la eucaristía.
Con el auge de las bodas civiles, esta costumbre desaparece…. o no?
La respuesta es rotunda: no. Simplemente se adapta e incluso cobra más protagonismos. Con una ceremonia menos formalista y más personal, la participación de familiares y amigos se hace obligado. Pequeños discursos de cariño o recuerdos para los novios hacen que los invitados rían o suelten alguna lagrimita.
Pero parece que la tendencia es dar un paso más, identificando a estos amigos con un dress code especial.
La elección del vestido de las damas de honor corresponde a la novia, que será la encargada de elegir el color, largo y estilismos de sus damas. Aunque no tienen porque ser todos los trajes iguales, la novia puede optar por un modelo concreto o simplemente un color y largo, sin entrar en detalles. Por ejemplo: rosa cuarzo y largo por los tobillos.
Esta segunda opción es la que está teniendo más éxito en las bodas de nuestro pais, ya que proporciona una uniformidad pero sin demasiados dramatismos. Además permite que cada dama adapte el modelo a su estilo y figura, evitando así que parezcan disfrazadas.
Se trata de seleccionar un color o tonalidad, acorde a la temática de la boda pero también a la época del año o si se trata de una boda de día o de noche.
Se suele tender hacia modelos largos, sin demasiado vuelo ni adornos. Vestidos sencillos que complementen el estilismo de la novia pero al mismo tiempo las identifique y destaque entre el resto de invitados. Pero sin olvidar que la verdadera protagonista es la novia.
La premisa está clara: deben complementar a la novia pero sin eclipsarla. Como un elemento más de la decoración.
Firmas tan importantes como Asos ya venden vestidos que complementan el look de la novia, modelos espaciales para testigos y amigos de los novios (estilismos de pandilla los llama).
El estilismo se complementa con un pequeño ramo, con las mismas flores que el del ramo de novia pero más pequeño o que contenga solo alguna de las flores del ramo o de las que se han utilizado para la decoración de la ceremonia.
En cuanto a las funciones parece que está claro: ayudar a la novia y coordinar para que todo salga perfecto.
Por último decir que no se trata de algo exclusivo de la novia, el novio también puede seleccionar un grupo entre sus amigos más cercanos. En este caso deben vestir igual o con el mismo dress code que el novio, pudiendo introducir algún detalle bonito y original que los unifique e identifique como: una pajarita, la corbata del mismo color, unos calcetines llamativos,…
Su misión es básicamente acompañar y ayudar al novio a la hora de vestirse y en los momentos previos a la ceremonia.