

Sin duda el vestido de novia es uno de los grandes protagonistas de las bodas. Se trata de algo con lo que hemos soñado durante años y que hemos elegido con todo el cariño y la ilusión y que , sin duda, vamos a querer conservar durante años.
Dadas las circunstancias actuales por el COVID, muchas bodas se han cancelado. Por ello, hemos preparado una serie de consejos para que tu vestido no se estropee y se conserve en perfectas condiciones.
Primero
Para empezar y antes de nada, si lo hemos utilizado, es esencial que llevemos el vestido a la tintorería para que lo limpien y eliminen posibles manchas en el tejido. Podemos hacerlo en casa pero al tratarse, la mayoría de las veces, de telas delicadas o con aplicaciones y adornos, lo mejor es que lo llevemos a un lugar especializado en este tipo de limpiezas. Lo recomendable es hacerlo lo antes posible, si nosotros no podemos debemos encargárselo a alguien de nuestro entorno, cuanto más esperemos más se fijarán las manchas en el tejido y más difícil serán de sacar.
Segundo
Una vez que el vestido esté limpio debemos sacarlo del plástico de la tintorería, que a la larga puede dejar manchas en el tejido, y envolverlo en papel de seda incoloro o muselina de algodón. Tampoco es recomendable guardarlo colgado de una percha ya que las costuras pueden sufrir con el peso y romperse o soltarse.
Tercero
Lo correcto es meterlo en una caja. Esta caja debe tener las siguientes características:
- Ser lo suficientemente grande para que quepa el vestido sin problemas.
- Cartón libre de ácidos, ya que puedan estropear el vestido.
- Material compacto, que evite la entrada de luz.
- Permita la ventilación.
- Cierre bien.
- No son recomendables las cajas de plástico ya que no permiten que el tejido transpire y dejan entrar la luz en el interior, lo que puede generar manchas en el tejido.
Estas cajas se pueden encontrar en lavanderías especializadas o por internet y, aunque no es una solución económica merece la pena si queremos que nuestro traje de novia se conserve en buen estado durante muchos años. También existen fundas especiales sin ácidos y con ph neutro que mantienen los tejidos.
Cuarto
Una vez tengamos el vestido limpio y una buena caja debemos doblar el vestido con cuidado, primero la parte de la falda y por último el corpiño, quedando este en la parte superior para evitar enganches y que se estropee. También es recomendable, sobre todo si se trata de un vestido con pedrería o lentejuelas que puedan engancharse, que entre doblez y doblez coloquemos papel de seda incoloro para evitar rozaduras y enganches que estropeen el tejido.
Quinto
Para finalizar debemos guardar la caja en un lugar seco y sacar el vestido de vez en cuando para comprobar que se conserva en perfecto estado. No es recomendable guardarlo en trasteros o desvanes en las que las condiciones de humedad no son óptimas y pueden ser objeto de inundaciones o plagas de insectos. Lo mejor es en el alto de un armario o debajo de la cama.
Si, por falta de espacio, debemos guardarlo en un lugar que no reúna las condiciones óptimas de conservación, podemos meter en la caja algunas bolsitas de gel de sílice que eliminan la humedad y ventilarlo de forma periódica.
Siguiendo estos sencillos pasos conseguirás que tu vestido se mantenga durante mucho tiempo en perfecto estado.